lunes, 26 de septiembre de 2011

Orgasmo femenino: pezones y cuello del útero son tan importantes como el clítoris


Durante décadas, el orgasmo femenino fue un tema poco estudiado. Pero ahora, superados ciertos tabúes, los científicos encontraron un amplio e interesante campo aún por explorar. Los experimentos iniciales ya dieron sus frutos. Por primera vez, expertos de la Universidad de Rutgers, en EE.UU., crearon un mapa cerebral del placer sexual femenino, información que podrá ayudar en un futuro, además, a tratar problemas como la depresión, la ansiedad, la falta de deseo y la anorgasmia.
A través de escáneres cerebrales (resonancia magnética) los investigadores pudieron identificar las áreas del cerebro implicadas en la estimulación de los genitales femeninos. Los resultados, publicados en el Journal of Sexual Medicine, sorprendieron: la estimulación del clítoris no es la única que activa la corteza sensorial, como se pensaba, sino que estimular la vagina, el cuello del útero e incluso los pezones también desencadena una respuesta cerebral. “Algunos expertos en sexualidad afirman que la más importante fuente de placer femenina la proporciona el clítoris y que este goce es menor con la estimulación vaginal o del cuello uterino. Sin embargo, nuestra investigación demuestra que estimular estas dos áreas también produce una fuerte activación de una región específica de la corteza cerebral llamada lóbulo paracentral”, explicó a PERFIL el biólogo Barry Komisaruk, autor principal del estudio. “Lo inesperado fue, además, que la autoestimulación del pezón activa las mismas áreas cerebrales que la región genital, lo que explicaría por qué es una zona erógena en la mujer”, señaló.
Las regiones sensoriales del cerebro fueron esquematizadas por primera vez en 1950 por el neurocirujano canadiense Wilder Penfield. Durante cirugías cerebrales en pacientes con epilepsia, Penfield estimulaba con impulsos eléctricos regiones del cerebro y preguntaba a sus pacientes –todos hombres– qué sentían. Basado en este procedimiento, realizó un esquema del “humunculus sensorial”: un mapa de la corteza cerebral donde se muestra cada órgano del cuerpo con su correlativo lugar en el cerebro. Ahora, este mapa, según Komisaruk, debe corregirse y ampliarse “para incluir el clítoris, la vagina y el cuello uterino de la mujer”.
Placer. Para poder realizar su última investigación, Komisaruk contó con la colaboración de 11 mujeres. Las voluntarias debieron ingresar al equipo de resonancia magnética funcional con la cabeza inmovilizada y, por medio de la autoestimulación, tratar de llegar al orgasmo en ensayos de cinco minutos. Durante el proceso de masturbación se activaron casi treinta áreas del cerebro, incluidas las que están relacionadas con el tacto, la memoria, la sensación de recompensa e, incluso, el dolor.
“Muchas de las mismas estructuras cerebrales que codifican el placer también codifican el dolor. Quizá una mejor comprensión de las bases neuronales del placer podrá ayudarnos a tratar problemas como la depresión, la ansiedad, la falta de deseo y la anorgasmia”, sostuvo Komisaruk, autor de los libros La ciencia del orgasmo y Guía de respuestas sobre el orgasmo.
El especialista estadounidense aseguró que su estudio, además, reivindica a las mujeres que dicen experimentar placer y orgasmos a través de la estimulación de la vagina o el cuello uterino, ya que estas zonas erógenas tienen sus propias terminaciones nerviosas que transportan las sensaciones a la corteza cerebral.
“La idea en la literatura es que la vagina y el cuello de útero son insensibles, probablemente basada en el uso de estímulos inapropiados. Nuestras conclusiones demostraron que hay una importante activación de la corteza sensorial en respuesta a la estimulación no sólo del clítoris”, aseguró. Y adelantó que su trabajo actual está centrado en tratar de capturar lo que sucede durante y después del orgasmo, a través de una secuencia de imágenes funcionales tomadas cada dos segundos. “También estamos analizando la actividad cerebral de las mujeres que pueden llegar al orgasmo únicamente con el pensamiento, sin ningún tipo de estimulación física”, concluyó.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante...