lunes, 26 de septiembre de 2011

Los fines de semana crece el delivery de niñeras profesionales

“Probé con una chica que me recomendaron, pero preferí recurrir a una consultora para contratar a una niñera profesional”, dice Barbara Raitieri, mamá de Francisca. Bárbara entrevistó a tres candidatas hasta encontrar a la niñera perfecta para su hija de un año y cinco meses.
Las agencias de selección de niñeras profesionales, en crecimiento, buscan atrapar un mercado incipiente y brindar más confiabilidad a los padres. Después de varias entrevistas con la familia, trazan el perfil de la baby sitter ideal. La mayoría de ellas suman a su currículum cursos de desarrollo psicomotriz, primeros auxilios, pedagogía, alimentación infantil y algunas saben hasta tres idiomas. Los fines de semana, el servicio explota.
El fenómeno del delivery de niñeras es una tendencia que nació en los Estados Unidos y se propagó hacia España. A diferencia de esos países, en Argentina el perfil adolescente es el menos buscado. “La edad promedio solicitada es de 30 años. Pero también son muy requeridas para la atención de recién nacidos las mayores de 50. Su paciencia y su mirada de abuela es lo más buscado”, afirma Patricia Fernández, directora de Baby Fun, una de esas empresas de baby sitters. “Fui toda la vida trabajadora social y crié a mis tres hijos. Ahora a mis 54 años me dedico a cuidar niños. Hago estimulación temprana y acompañamiento psicoemocional ”, asegura Dora Garay.
Las agencias cobran por única vez un equivalente al primer sueldo mensual de la niñera. Valeria Neme, a cargo de la consultora Como Mamá, asegura que el boom de la demanda de niñeras se da los fines de semana, ya que los padres buscan espacios de intimidad.
“Tenemos pedidos de niñeras para eventos, para cuidar niños durante un viaje laboral o por una salida con la pareja o amigas. Se amplió el mercado porque hay otras necesidades. Por ejemplo, hay contrataciones fijas de dos sábados al mes para que salgan los padres. Lo importante es tener la tranquilidad de que el niño sea comprendido en su desarrollo y reciba acompañamiento y contención, que es la base del trabajo de las baby sitters”, asegura.
Capacitación.
Las agencias se enorgullecen de cómo preparan sus equipos. Amorina Zamora, encargada de Poppins, explica que “capacitamos a las niñeras con distintos cursos; como por ejemplo Etapas de desarrollo psicomotriz, Importancia del juego y el curso de primeros auxilios, obligatorio para todo el personal. Proveemos de cuidado recreativo para chicos con personal calificado que dispone de recursos lúdicos, emocionales e intelectuales, y una clara vocación”, afirma.
Micaela Dal Mas, de 25 años, había trabajado en colonias de verano hasta que fue contactada. “Estudio diseño industrial pero me interesa trabajar con niños. Me anoté en una consultora y cursé distintos talleres de psicología infantil para trabajar en casas de familia. Es importante mantener un vínculo cercano con los padres para corresponder lo que desean para sus hijos. No es sólo entretenerlos sino establecer límites para su educación”, cuenta.
Canguro Mamás también incorporó cursos de alimentación infantil y asesoramiento sobre estimulación con juguetes didácticos. “La mayoría de los pedidos son de Capital Federal y zona norte, aunque la demanda en otras zonas también crece”, sostuvo.
Otra niñera profesional, Cecilia Burquerque, es maestra jardinera y realizó trabajos de equinoterapia para niños con discapacidades. “Soy muy previsora como niñera. Tengo una lista con teléfonos de los médicos de cada nene y llevo en un cuaderno el registro de lo que realizan todo el día de mi trabajo para que los padres sepan todo”, cuenta Cecilia. Para Graciela Costa, la niñera es parte de la familia. “Nos ayuda con nuestros chicos y nos da tranquilidad si tenemos que salir, ya que solicitamos una persona con horarios flexibles”, contó.
Si los padres no están conformes o la empleada renuncia antes de los tres meses, la agencia realiza una nueva búsqueda y cubre el puesto sin cargo adicional. “La niñera, que cumple la función materna, debe estar capacitada para satisfacer las necesidades básicas del bebé: afecto, seguridad, protección y estimulación. Esto incide en su desarrollo intelectual y emocional. Durante el primer mes cumplimos con un seguimiento para verificar que la familia esté conforme con los servicios brindados y que la niñera se sienta cómoda con el grupo familiar”, explica María Moyal, psicóloga y una de las fundadoras de Cuidame Mucho, agencia que recluta a baby sitters desde 2007.
“La búsqueda de niñeras profesionales implica que sean bilingües o trilingües. También solicitan un perfil pedagógico de niñeras que orienten a los niños en las tareas, para que la madre pueda cumplir su rol y no el de maestra cuando llega cansada de su trabajo”, recomienda Diana Santoro directora de Cerca Mío.
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