miércoles, 11 de agosto de 2010

Empieza el ramadán, ensombrecido por materialismo y la violencia

El mes de ramadán empezó el miércoles en Indonesia, el país con mayor población musulmana del mundo, ensombrecido por su creciente mercantilismo y por las amenazas violentas de los grupos integristas.
Frente a la percepción tradicional de que la prohibición de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales entre el amanecer y el ocaso sirve de purificación, crecen las disonancias introducidas por la pujanza de las clases medias adineradas y de los colectivos islamistas.
Numerosos centros comerciales de Yakarta estrenaron adornos barrocos con reminiscencias árabes en sus fachadas, así como una avalancha de ofertas y descuentos exclusivos para estas fechas con unas tácticas de marketing propias de las navidades occidentales.

La influencia del materialismo
El profesor Abdul Kadir Riyadi, del Instituto Estatal de Estudios Islámicos (IAIN), cargaba recientemente en un artículo de opinión en el periódico 'The Jakarta Post' contra ambos extremos, recalcando que "el ramadán es iluminación moral".
En su columna critica por un lado la perniciosa "influencia del materialismo" y, por otro, la "discriminación" de todos los integrismos, incluido el religioso, que estropean la "experiencia espiritual" que suponen el ayuno y la castidad.
No obstante, la guerra en los medios de comunicación la están ganando los extremos.
Los principales canales de televisión de Indonesia han preparado programas especiales para estas fechas en el más puro estilo 'islam-pop', desde miniseries donde el ramadán y el islam son el telón de fondo de un pequeño culebrón, hasta concursos sobre cuestiones religiosas con premios casi siempre en metálico.
Los espacios publicitarios intercalados hacen constantes referencias al ramadán, a la vez que recuerdan que éstas son fechas para hacer regalos a familiares y amigos, y para reunirse en familia al caer la tarde para romper el ayuno con un copioso banquete.
De hecho, históricamente ramadán es el mes en el que más alimentos se adquieren y consumen en Indonesia, y en el que tradicionalmente repunta la siempre sensible inflación de la mayor economía del Sudeste Asiático.
De forma paralela, el Gobierno de Yakarta y los grupos radicales de la capital, unas asociaciones que a veces rayan el estilo mafioso, han mantenido un largo tira y afloja sobre la apertura de establecimientos nocturnos durante este período.

La amenaza del radicalismo islámico
Mientras tanto, el radical Frente de Defensores del Islam (FPI) inició en la capital indonesia el despliegue de unos 5.000 voluntarios para vigilar que ningún bar abra sus puertas durante las noches de Ramadán, bajo la amenaza explícita de ser atacado.
Pese al anuncio oficial de que la mayoría debían cerrar o restringir sus actividades siguiendo las normativas locales para respetar las celebraciones musulmanas, el FPI y otros grupúsculos integristas anunciaron que si la Policía no hacía cumplir la ley, ellos la impondrían por la fuerza.
"Estas acciones se tomarán si la Policía ignora nuestros informes durante dos o más días", amenazó el presidente del FPI en Yakarta, Habib Salim Alatas, que ha mantenido reuniones con las fuerzas de seguridad de la capital en los últimos días.
Este grupo islamista ya ha arrasado y quemado de forma impune bares de copas, prostíbulos y centros de masajes durante los meses de ramadán de los últimos años en Yakarta y otras ciudades de Indonesia.

elmundo.es

No hay comentarios: