miércoles, 11 de agosto de 2010

Consejos para evitar el estrés y llegar sanos a fin de año

Administrar el tiempo. La organización y previsión nos vuelven menos vulnerables al estrés. Por eso, se recomienda establecer una escala de prioridades sobre obligaciones y aceptar que solo podemos manejar una cosa a la vez. Esto significa encarar proyectos alcanzables y no desmesurados. Los eventos estresantes estarán siempre presentes, pero sólo podremos sobreponernos desarrollando una adecuada estrategia de afrontamiento. Además, hay que apostar a la utilización de los fines de semana en forma sana. Los descansos conviene tomarlos con mayor frecuencia, que no sean una vez al año.
No presionarse y saber pedir ayuda. Empezar a realizar balances del año antes de tiempo o exigirse por todo lo que falta atravesar o cumplir no es aconsejable. Es fundamental aprovechar el día. También es importante aprender a pedir ayuda, ya sea profesional o del entorno. Hablar de lo que nos preocupa resulta muchas veces liberador y permite encontrar soluciones que tal vez no se nos hubiesen ocurrido. Esto también implica poder delegar: no asumir que sólo nosotros podremos hacerlo correctamente nos liberará de la presión de ocuparnos de todo.
Tiempo libre. Hay que aprender a liberarse de los mandatos sociales y aprovechar el tiempo libre como tal, sin ocupar la agenda ni obligarse a realizar actividades en forma permanente que sólo demandan más energía y generan cansancio en lugar de satisfacción. Respetar las motivaciones y realizar actividades que sean de nuestro interés y verdaderamente nos agraden es fundamental. En conclusión, darse tiempo para actividades de distensión en algún momento del día, pasatiempos que relajan y disminuyen el estrés como leer, cantar, cocinar, ir al cine. Realizar un alto de cinco minutos en el día ayuda a tener claridad a la hora de enfrentarse nuevamente con los problemas diarios.
Familia y amigos. El contacto con los afectos también es vital. Hay que intentar aumentar los encuentros con amigos y con la familia, disfrutando de estas pequeñas interrupciones de la rutina. Es sano incorporar cualquier actividad que implique contacto con personas de nuestro círculo íntimo. Pero lo ideal es evitar los lugares masivos.
Hacer actividad física y relajación. Ir al gimnasio es una de las actividades que más ayuda a liberar el estrés. Pero también puede aportar al equilibrio y la relajación tomar clases de yoga y meditación, hacer natación o caminatas. Si es posible realizar alguna de estas actividades a la hora de almuerzo o algún tiempo libre dentro del horario laboral, mucho mejor. Si falta tiempo, es aconsejable al menos hacer algo de gimnasia en casa, con luces tenues, celular y televisor apagados, en un ambiente relajado.
lanacion.com

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