miércoles, 26 de mayo de 2010

Tienen nódulos en la tiroides siete de cada diez personas

Fabiola Czubaj
LA NACION
Aunque siete de cada diez personas tiene nódulos (crecimientos) en el "motor" metabólico del organismo, la glándula tiroides, la mayoría no desarrollará ningún trastorno preocupante. Sin embargo, y dado que la mayoría de los cánceres de tiroides no da síntomas, aún no se puede predecir cuál de esos nódulos será benigno o maligno.
Es por eso que los especialistas insisten cada vez más en controlar la tiroides. En especial, en las mujeres, el grupo de la población en el que más prevalecen los trastornos como el hipotiroidismo, el hipertiroidismo y, también, el cáncer tiroideo. "Cada año se detectan entre 2600 y 2700 nuevos casos de cáncer, generalmente entre los 20 y los 40 años, aunque puede aparecer a cualquier edad", señaló en rueda de prensa el doctor Fabián Pitoia, jefe de la Sección Tiroides de la División Endocrinología del Hospital de Clínicas.
Se estima que de aquellas siete de cada diez personas con nódulos, a la mitad se le realizará una biopsia para confirmar o descartar las sospechas. Eso, según el experto, es cuando tienen más de 1 cm de diámetro o miden más de 0,5 cm, pero con características sospechosas.
Apenas el 1% tendrá un nódulo maligno, independientemente de si se tiene o no algún otro trastorno tiroideo. "Ni siquiera el bocio (aumento de tamaño de la glándula), el hipotiroidismo y el hipertiroidismo aumentan la predisposición a desarrollar cáncer. Hasta el 35% de las personas con nódulos podría desarrollarlo, pero es difícil de saberlo porque no da síntomas y avanza más lentamente que el cáncer de próstata", agregó Pitoia.
Los únicos factores que pueden aumentar el riesgo de tener un nódulo maligno es haber recibido radioterapia en el cuello, la cabeza o el tórax durante la infancia; tener antecedentes familiares de la enfermedad, o más de 40 años. Las personas con alteraciones de la función tiroidea (hipertiroidismo o hipotiroidismo), tienen entre 2 y 3 veces más riesgo de desarrollar nódulos, no necesariamente malignos. "Por eso es necesario realizarles controles por ecografía a quienes están bajo tratamiento", señaló el especialista del Clínicas, según las guías de diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades endocrinológicas.
Si la biopsia confirma la sospecha de que se trata de un nódulo maligno, se puede extirpar quirúrgicamente toda la glándula o la mayor cantidad de tejido tiroideo. En un 30% de los casos, el tumor puede reaparecer en el tiempo. De ahí la necesidad de cumplir con los controles médicos de por vida.
"En general, a los tres años de operadas, las personas se consideran libres de enfermedad y no vuelven al médico. Y eso, como con cualquier otro cáncer, no es lo mejor", dijo Rosa de Angelis, fundadora y presidenta de la Asociación de Pacientes con Cáncer de Tiroides de la República Argentina ( www.cancerdetiroides.com.ar ).
Buen pronóstico
A ella le diagnosticaron el cáncer hace ya muchos años, cuando comenzaba a ejercer su cargo de maestra. Con la cirugía y el seguimiento indicados, sólo perdió potencia en la voz. "Pero se dan cuenta los que me conocieron antes", comentó Rosa ante los periodistas al conmemorarse la Semana Internacional de la Tiroides.
Luego de la cirugía se realizan varios controles durante los primeros cinco a diez años para detectar si aún quedan células tiroideas circulantes en el organismo. Esto sirve para controlar la reaparición o diseminación de la enfermedad. Las pruebas son el análisis de tiroglobulina, una proteína en sangre que sirve como marcador de la enfermedad, y un centellograma.
Eso se realiza luego de forzar el aumento del nivel de la hormona estimulante de la tiroides (TSH, por sus siglas en inglés), ya sea dejando de tomar la hormona tiroidea y provocando un período de unos quince días de hipotiroidismo (con síntomas como cansancio, caída del cabello, aumento del peso, sequedad de la piel) o mediante el uso de una versión sintética de la TSH que aquí aún no está incluida en el Programa Médico Obligatorio.
"Dado que los nódulos son tan frecuentes y no podemos determinar cuál será benigno, nuestro consejo preventivo sería «Controle su cuello», como a las mujeres se les recomienda hacerse el autocontrol mamario", insistió Pitoia. Y eso, dijo, también se puede hacer en casa: "Hay que pararse frente a un espejo, ubicar la tiroides en la base del cuello y tomar agua. Si algo sobresale al tragar a la altura del hueco supraclavicular, hay que consultar al médico", explicó.

lanacion.com

No hay comentarios: