jueves, 13 de mayo de 2010

La importancia de los ejercicios "para mujeres"

Por Kevin Helliker
Después de años de utilizar la cinta de correr y levantar pesas, ahora hago poses y movimientos que siempre había considerado "de chicas", y su dificultad es humillante.
El régimen se llama "fortaleza central" o ejercicios para la zona central del cuerpo, y está de moda en los gimnasios. Los atletas de élite desde maratonistas hasta jugadores de béisbol hacen estos ejercicios —es decir, fortalecer los músculos de sus torsos desde los hombros hasta los muslos— para mejorar su rendimiento y reducir las lesiones.
Pero cuando el director de ventas de mi gimnasio me preguntó cuál era mi programa de ejercicios para la zona central, me quedé en blanco. ¿Es que no es suficiente con correr 50 kilómetros por semana, nadar y levantar pesas?
Eso es demasiado, me indicó, y me sugirió que redujera la distancia que corro semanalmente y añadiera ejercicios para la zona central.
Por supuesto, ya sabía lo que eran los abdominales y cómo ayudan a endurecer el abdomen. Pero resulta que el abdomen es sólo tan fuerte como lo son la espalda, los muslos, los glúteos y los hombros, las otras partes centrales del pilar del cuerpo. Demasiadas flexiones, combinadas con correr, levantar pesas y sentarse frente a la computadora, pueden hacer que el cuerpo sea tan pesado en la parte frontal que uno termine con una mala postura.
Los ejercicios para la zona central buscan fortalecer todos los músculos del torso desde arriba hasta abajo, y desde la parte anterior a la posterior, lo que crea un equilibrio que les permite a los atletas pararse erguidos, con los miembros alineados con pies y manos. Además, incluyen ejercicios de estiramiento y equilibrio que también mejoran la flexibilidad.
Estos ejercicios son comunes en disciplinas predominantemente para mujeres como el baile, el yoga y Pilates, pero pueden ser casi desconocidos para los hombres. En Estados Unidos, alrededor de dos terceras partes de quienes practican yoga son mujeres, y el 90% de quienes practican Pilates.
Los hombres suelen preferir actividades fáciles de medir y que, por consiguiente, se vuelven competiciones. ¿A qué velocidad corriste el kilómetro? ¿Cuánto levantas?
"Los hombres tienden a la cantidad, y fortalecer la zona central se concentra en la calidad del ejercicio", afirma Mark Verstegen, entrenador principal de la Asociación de Jugadores de la liga profesional de fútbol americano (NFL) y autor del libro "Core Performance".
Hasta ahora hay pocos datos científicos que corroboren los beneficios de estos ejercicios. "Los programas de estabilidad de la zona central para prevenir las lesiones atléticas no se han estudiado mucho y no se ha probado que los programas de fortalecimiento en esta zona corporal mejoren el rendimiento atlético", escribieron investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado en un informe sobre medicina deportiva en 2008.
Pero también es cierto que correr era bueno para el corazón antes de que las investigaciones científicas lo probaran, y el estudio sobre ejercicios de la zona central es relativamente nuevo.
Muchos especialistas en medicina deportiva prevén que estos ejercicios se conviertan en la tercera pata del taburete sobre recomendaciones de salud pública en cuanto a los ejercicios físicos. Al igual que el ejercicio cardiovascular es bueno para la salud cardíaca y el entrenamiento de resistencia para fortalecer los huesos, los expertos esperan que los movimientos para la zona central ganen aceptación para evitar dolores y lesiones en músculos y el esqueleto, particularmente del cuello, espalda y caderas.
Como equipo se necesita poco más que una colchoneta de yoga, y en ocasiones pesas ligeras, una pelota de ejercicio y un bosu (un aparato mitad pelota, mitad disco para ejercicios de equilibrio). Tampoco es necesario contar con un entrenador personal, si bien para saber qué ejercicios hacer y cómo hacerlos, ayuda estar bajo la supervisión de alguien que te corrija la forma, lo que ayuda también a evitar las lesiones.
La necesidad de mantener el equilibrio concede a estos ejercicios una ventaja mental. Una cinta de correr no siempre me hace dejar de pensar en mis deberes y obligaciones. Pero si comienzo a pensar en el trabajo durante estos ejercicios, pierdo el equilibrio y me caigo. "Hay que estar pendiente", dice Verstegen. "No se puede estar pensando en el trabajo".
Después de tres meses de dos sesiones semanales de ejercicios para la zona central, mi porcentaje de grasa corporal descendió cinco puntos. Mi velocidad en la cinta de correr aumentó más de un kilómetro y medio por hora, aunque ahora corro menos distancia a la semana para dedicar más tiempo a estos ejercicios.
Por primera vez desde la invención de Internet, mis hombros y mi cuello ya no están agarrotados de sentarme frente al teclado. Cada vez que me veo en un espejo, no puedo dejar de notar que el tipo que estoy viendo tiene una postura decente.

wsj.com

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