domingo, 30 de mayo de 2010

El Vaticano augura un infierno "más terrible" para curas pedófilos

Elisabetta Piqué
Corresponsal en Roma
ROMA. En una nueva reafirmación de su condena a la pedofilia, el Vaticano anunció ayer que el infierno será "más terrible" para los sacerdotes que cometen ese pecado.
Lo dijo monseñor Charles Scicluna, promotor de Justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe y encargado de seguir los procesos canónicos contra curas pedófilos, durante una oración de reparación por el escándalo por abusos sexuales de niños cometidos por sacerdotes, realizada ayer en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.
"El que escandalice a uno de esos pequeños creyentes, que se ponga al cuello una piedra de molino y sea arrojado al mar", dijo Scicluna en su homilía, al evocar un pasaje del Evangelio de San Marcos.
Luego, para afirmar su idea de que el infierno será especialmente terrible para los sacerdotes que abusan de niños, Scicluna citó un comentario de San Gregorio Magno (540-604), que interpretaba que las palabras de castigo del apóstol Marcos significaban "la condena más terrible" que se le podía imponer a un seglar.
"Por eso, quien después de ser conducido a una profesión de santidad destruye a otros a través de la palabra o del ejemplo, sería realmente mejor para él que sus malas acciones fueran causa de muerte siendo seglar (?); porque, sin duda, si hubiera caído solo, su tormento en el infierno sería de calidad más soportable", agregó, siempre citando palabras de Gregorio Magno.
Scicluna, de origen maltés, habló así ante un grupo de seminaristas de universidades pontificias, sacerdotes y estudiantes de teología, en su mayoría del mundo anglófono.
Fueron estudiantes británicos y norteamericanos, de hecho, quienes tomaron la iniciativa de celebrar una oración de reparación por el escándalo de pedofilia, después de la carta de Benedicto XVI a los fieles irlandeses, de marzo último. La oración de reparación tuvo lugar en un clima de gran recogimiento luego de una hora de adoración, en silencio, del Santísimo, mientras hordas de turistas visitaban la Basílica de San Pedro.
"Nuestra presencia aquí, hoy, ante el Altar de la Cátedra, en presencia de Jesús Eucaristía, quiere hacerles eco al amor, el cuidado y la solicitud que la Iglesia, esposa de Jesús, siempre tuvo por los niños y los débiles", arrancó Scicluna.
"En verdad os digo: quien no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él", aseguró el promotor de justicia vaticana, siempre citando el Evangelio de Marcos. "Recibir el reino de Dios como un niño significa recibirlo con corazón puro, con docilidad, abandono, confianza, entusiasmo, esperanza. El niño nos recuerda todo esto. Todo esto hace el niño precioso ante los ojos de Dios y del verdadero discípulo de Jesús", explicó. "Qué árida se vuelve la tierra y triste el mundo cuando este ícono tan santo es pisoteado, quebrado, embarrado, abusado, destruido", agregó.
Más allá del concepto de un infierno más terrible para los sacerdotes pedófilos, Scicluna, que fue el principal investigador del caso del padre Marcial Maciel Degollado -el fundador (ya fallecido) de la congregación ultraconservadora mexicana de los Legionarios de Cristo, hoy intervenida por el Papa después de salir a la luz los abusos y demás escándalos de su líder-, tuvo palabras fuertes también sobre otros temas.
Duras palabras
Como cuando, siempre comentando un pasaje de Marcos, que dice: "Si uno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el siervo de todos", denunció los pecados internos de la Iglesia. "¡Cuántos pecados en la Iglesia por arrogancia, por la insaciable ambición, por el abuso y la injusticia de quien se aprovecha del ministerio para hacer carrera, para ponerse en muestra, para fútiles y míseros motivos de vanagloria!", lamentó.
Durante la celebración, se oró "por las víctimas de abusos perpetrados por hombres y mujeres de la Iglesia para que sus heridas puedan curarse y puedan encontrar verdadera paz". Y por los sacerdotes "que cometieron abusos, para que puedan afrontar a la luz de la verdad las consecuencias de sus pecados y aceptar la voluntad de la justicia".
lanacion.com

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